viernes, 23 de septiembre de 2011

CICLISTA EN TRANSICIÓN O RECUPERACIÓN ANUAL



Cuando se planifica la temporada anual generalmente se marca un momento en el que quieres estar al máximo, y con respecto a esa situación especial, periodificas y estructuras el entrenamiento de todo el año, teniendo exquisito cuidado en dejar un periodo de relativo descanso entre el final de una temporada y el inicio de la siguiente, que servirá para ponerte las pilas. A este periodo lo llaman los que saben "De transición" (Chris  Carmichael) o de "Recuperación Anual" (Joe Friel)...

A su vez, los expertos (José Luis Algarra) hablan que dentro de esta fase existen dos subperiodos o dos estadios a tener en cuenta:
            1.- Periodo de descanso activo. Con una rebaja progresiva en torno al 20% del nivel máximo del entrenamiento realizado hasta la fecha.
            2.-  Periodo de recuperación biológica y psíquica. Que consiste en la realización de  deporte en general pero sin que sea la bicicleta la estrella, principalmente con la idea de llegar otra vez con hambre de ella.

Si este mes de septiembre me hubiera pillado en la península, hasta octubre no tendría nada de lo dicho en cuenta, pero aquí en Canarias no tendré que clavarme a la espalda con imperdibles la ilusión de un dorsal de carrera hasta el mes que viene.

Sin competiciones y con la referencia que las dos pruebas que me restan en Gran Canaria de la Copa Cabildo son en octubre y en noviembre, no quiero que me llegue el momento de una necesaria y obligatoria Transición o Recuperación Anual justo en medio de las dos carreras citadas, sino al menos en la fase que se denomina Preparatoria General, un poquito más en forma.

Mitad de septiembre entonces me ha parecido el momento idóneo para aminorar la carga de entrenamiento e ir encaminándome hacia una recuperación que, sin perder la forma de este año, me abra el camino del que viene. Además, las horas de entrenamiento realizado ya, rozan el límite de un cadete de segundo año, y mis rodillas, ligamentos y tendones, piden un respiro.

Aclarar que este periodo de transición o recuperación general no es que me tumbe a la bartola, porque si no, el esfuerzo en el futuro para volver a cojer la forma en la que me encuentro ahora mismo sería mayor. Toca recuperar, disminuyendo la intensidad y el volumen del entrenamiento paulatinamente, para inmediatamente después iniciar otras tareas deportivas que pudieran servir de tonificación, complementación y puesta a punto progresiva general. Resumiendo, como señala el coach Cris Carmichael: "No existe el fuera de temporada. Eso es un mito".

Y en esas estoy, organizando la temporada que viene a largo y a corto plazo. Ajustando ahora mismo horarios de clase, tareas domésticas asignadas y visualizando un posible calendario para intentar no pasarme de largo ni quedarme corto, teniendo por tanto en cuenta no convertirme ni en una repentina y fugaz estrella del árbol de Navidad, ni ser fruta verde incluso llegado el verano.

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