Después del parón largo en las C. C. C. C., Carreras en Canarias de Cadetes en Carretera, ayer se disputaba el II Trofeo San Antonio el Chico, con ocasión de las Fiestas en Mogán, municipio sureño de Gran Canaria.
A las once de la mañana, en la puerta del Ayuntamiento de Vecindario, inmediatamente después de pasar los élites y los máster 30 con 73 Kms. recorridos ya sobre las ruedas, nos dieron salida a los cadetes, los junior y los máster 40.
En Vecindario, como suele ser normal, el día era soleado con viento intenso, lo que trajo consigo una salida nerviosa. Al paso por el Doctoral y el Castillo del Romeral volábamos, y no se tranquilizó el ritmo en el pelotón hasta llegar al aeroclub en Bahía Feliz, instante en el que había desaparecido el viento y nos habíamos quedado ya en la tibia compañía de Solajero.
Desde ese momento se corrió a la expectativa y salvo algunos escapados de diferentes categorías que intentaban marcharse a la aventura, los corredores junior y cadetes íbamos agazapados en la grupeta general.
De esa forma, como turista en guagua, fuimos paseando junto a las playas del Inglés, Maspalomas, Meloneras y Pasito Blanco. Y asomándonos a los balcones espectaculares que la carretera dibuja sobre los riscos en Puerto Rico, Amadores, Tiritaña y Taurito.
A la llegada al cruce que se encuentra entre Mogán y la playa, restaban para llegar a meta unos siete kilómetros de suave subida en la que casi todos los setenta participantes se fueron posicionando en la medida de sus fuerzas.
Como era de esperar, a unos tres kilómetros del casco urbano de Mogán, a casi todo el mundo le entró las ganas de victoria y fueron brincando y desgajándose, dejándonos al grupito de los cadetes en la retaguardia.
De los cadetes, Josué Suárez del Bicitel fue el primero en reaccionar con valentía y rotundidad, pero Daniel Pérez del Almacenes Álvarez le resistió la apuesta y no lo dejó marchar. Ya medio agotados todos, y en mi caso, con la tracción a los dos cuádriceps pidiendo refrigeración, revolucioné más a Pinito con lo poquito que quedaba en la reserva y ásí pude lograr los tres segundos de ventaja definitivos en la rampa de llegada.
En la meta, una prueba más de la buena organización del Trofeo este año por el Club Kamikaze, tarta, frutas y bebidas a la sombrita, mientras entregaron los trofeos y el ramo de flores que emocionó a mi abuela.
Día perfecto que se completó con el almuerzo familiar junto a la piscina y el efecto relajante que tuvo ayer saber que hoy lunes también era festivo aquí en Canarias.
QUÉ DÍA MÁS BICIWAY!
FELIZ DÍA DE CANARIAS!!!!!
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