Qué carita se nos quedó al verlo ayer junto a nosotros! Vaya sorpresón!
Pero comencemos por el principio. Un mesociclo más ( 4 semanas) en el bolsillo de la bicicleta y muy ilusionado por la forma en que va desembocando todo. Ahora mismo estoy en esa especie de oasis al que llega una caravana dentro de una ruta en el desierto. Un respiro en el entrenamiento para meterme más caña y supercompensar.
Satisfecho también porque mi envoltorio de huesos, carne y piel va encontrando los acordes y la melodía de esta temporada. Tras varios meses de moler fibra muscular sobre las cadena de la bici se nota como va afilándose la forma física.
Por otro lado, estas últimas semanas han sido moviditas aún sin carreras. Ya he comentado en algún post anterior que este año la competición en Gran Canaria sería casi inexistente en cuanto a ciclismo en ruta, lo que obligaba a salvar los trastos de alguna forma en Tenerife y el problema se agudizaba además porque los equipos que viajarían a la "Isla Picuda" desde aquí serían muy pocos.
Después de un año en el que la parte más emocionante del día a día giraba en torno a la competición. En la que duermes, comes, sudas y consumes la totalidad de tus ahorros y de tus fines de semana por ese empuje embriagador que disfrutas semana a semana, me resultaba absurdo resignarme y abandonar sin más. No hay nada como el momento en el que estás clavando los imperdibles al dorsal y al maillot: Pura adrenalina mezclada con sudor y asfalto!
La solución ha venido de la mano de un nuevo proyecto en el que han contado con nosotros: el equipo Happy Biking. A que suena bien?
Ha sido chungo tomar la decisión de dejar el equipo de siempre, pero me considero afortunado de poder continuar en competición, con la suerte añadida de hacerlo junto a mi hermano Arístides y a mi colega Josué. Renovamos aventura juntos y conociendo ahora a un montón de gente con muchísimos kilómetros y experiencia sobre las ruedas. Vamos a estar como en casa!
Entre unas cosas y otras hemos hecho piña nosotros tres y ayer mismo nos fuimos a Cercados de Espino, en Mogán, a jugar con el ácido láctico, comprobando mediante un test de campo el estado de forma en el que nos encontrábamos cada uno. Muy buenas sensaciones para todos. Las cosas continúan progresando dentro de la línea que teníamos previsto.
La guinda del pastel la puso rulando por allí junto a nosotros y demostrándonos cómo se hace un "tras moto" con clase y estilo el suizo "Spartacus". El cuatro veces campeón del mundo, Fabián Cancellara, nos enseñó sus impresionantes maneras y fue una gozada compartir carretera durante unos instantes con él, mientras nos quedábamos con la boca abierta y la sonrisa lela en la cara.
