La Segunda carrera de la temporada se celebró el domingo pasado nuevamente en Alcampo, y ya le estoy tomando algo de cosa al lugar.
Antes que nada dejar un comentario de reconocimiento a los dos chicos que se cayeron en esa mismo día a consecuencia del tan conocido afilador: Carlos Sánchez Monzón y Néstor Hernández Pérez. Lo cierto es que tuvieron una caída bastante aparatosa juntos, aunque al final parece que todo se resolvió sin gravedad alguna.
Tras el susto se reiniciaron las carreras a la llegada de la ambulancia. En esta ocasión competimos por separado. Primero los juveniles y después los cadetes. Esta vez por el sistema tradicional de dar las 20 vueltas al circuito.
La prueba de cadetes se desarrolló con ataques sucesivos por parte de los miembros del Club Bicitel, a los que respondió valientemente Daniel Pérez del Almacenes Álvarez, ciclista que finalmente ganó de forma merecida en el sprint final.
Al margen de lo chungo que se te queda la cara cuando te ganan una carrera en los últimos metros, hay que reconocer el entrenamiento y el esfuerzo del contrario, el cual logró la victoria mostrando su buen desarrollo y preparación.
Este año va a resultar más complicado de lo esperado ganar carreras, y esto tiene su lado bueno, si como dicen: lo fácil que viene fácil se va. Habrá que poner más inteligencia y trabajo para obtener éxitos ante un rival que no va a regalar nada.
En vista de ello, aparte del desafío general planteado inicialmente, pasármelo bien, tengo un desafío particular, aprender a correr con decisión, dándolo todo.
Ahora bien, un descubrimiento: Me estoy sintiendo con muy buenas vibraciones incluso cuando no logro el resultado esperado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario